Fertilización NPK

Los fertilizantes son sustancias que aumentan la fecundidad de las tierras y que una vez absorbidos por las plantas promueven su desarrollo vegetal, uno de los formatos más conocidos son los denominados NPK que aportan los 3 elementos que la planta necesita en mayor cantidad, los conocidos como “macro-nutrientes esenciales”. Éstos deben su nombre al nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), las formulaciones que encontramos son muy variadas y en algunos casos pueden incorporar pequeñas cantidades de otros nutrientes secundarios (normalmente asociados a cultivos con requerimientos específicos)

Por ejemplo, si consideramos un NPK 15-15-15 indica que tendríamos un 15% de nitrógeno (N), 15% de fósforo (P2O5) y 15% de potasio (K2O), siendo el resto de componentes materia inerte.

Cada uno de estos nutrientes tiene un efecto diferente en la planta:

  • Nitrógeno (N) es esencial para el crecimiento de las plantas, aumenta el contenido en proteínas, participa en la fotosíntesis y forma parte de todas las células.

  • Fósforo (P) interviene en la fotosíntesis, en el almacenamiento y transferencia de energía, en la división celular, promueve la formación y el crecimiento de las raíces.

  • Potasio (K) estimula la formación de flores y frutos.

Se recomienda que la aplicación de todos los abonos complejos NPK se realice poco antes de la siembra en el caso de cultivos herbáceos, al menos un mes antes de la brotación en el caso de cultivos arbóreos y durante todo el cultivo en hortícolas.

Como hemos comentado antes, además es conveniente escoger abonos con complementos específicos para determinados cultivos, como por ejemplo el caso de los cítricos que suelen añadir boro o hierro